Carmen es la mejor abogada que se cruzó en mi vida. Ella posee un tremendo conocimiento de las leyes de inmigración. Fue de frente al punto central de mi caso, trabajando precisa y rápidamente. Fué muy comprensiva, entendió mis problemas y me apoyó mucho. Mi proceso de residencia se demoró mucho y mientras tanto estuve viviendo en un matrimonio abusivo. Ella me ayudó a encontrar la confianza para presentar mi divorcio. Organizó mis papeles y fotos en una presentación impecable y cuando finalmente nos presentamos al oficial de Inmigración, le tomó 10 minutos aprobar mi caso. Lo más importante es que Carmen me quitó un gran peso de estrés de encima y pude finalmente respirar. Estaré por siempre agradecida.