La Doctora Carmen fue nuestro Ángel. Después de haber contactado algunas oficinas de inmigración durante mas de 15 años y haber dejado parte de nuestros ingresos en sus manos; Cuando todos nos decían que nuestro caso era extremadamente difícil (porque realmente lo era); ella, con toda su habilidad profesional y firme convencimiento de que estaba dispuesta a ayudarnos, logro la reapertura de nuestro caso ante el Juez de Inmigración, y condescendientemente el status de Residente para nuestra familia. Mi esposo pudo encontrar estabilidad laboral, mis hijos han podido continuar sus estudios universitarios, y yo, he podido ejercer la carrera de Trabajo Social que estudie en mi país y que tanto amo. No tengo duda del gran amor y empeño que pone en su trabajo. Dios la bendiga Doctora Carmen.